Cuando Mitsuki se entera de que el instituto hará demoler el viejo edificio de la escuela, le entristece pensar que tantos recuerdos quedarán borrados. Chitose y el resto de las mamás entran en acción para detener la demolición. Mientras tanto, Fumisuki, Chitose y Mitsuki por fin se dan cuenta de lo que sientan realmente.