Debido a la fatiga severa y al agotamiento, el comandante del Azur Lane se derrumba y entra en coma. Para evitar que estalle el malestar y la ansiedad, el barco secretario Queen Elizabeth decide reemplazar al comandante en secreto junto con su viejo amigo Warspite y unos pocos elegidos. Sin embargo, la reina Isabel pronto se da cuenta de que asumir el papel de líder está lejos de ser una tarea fácil. Mientras se esfuerza por asegurarse de que todo salga bien mientras mantiene la verdad oculta, la situación empeora gradualmente, y más marineros comienzan a sospechar del paradero del comandante.